Aula Magna conversó con el convencional constituyente Francisco Caamaño, quien representa al Distrito 14, es activista medioambiental y es ingeniero en administración de empresas. Además, participa de las organizaciones Verde Nativo, Plantemos Nativo y Humedales del Mapocho. Caamaño es uno de los candidatos independientes que fue electo por la Lista del Pueblo.
En esta entrevista el convencional habla de la normas incorporadas en el proyecto de nueva Constitución en torno a educación, de la relevancia de esta en la construcción del país, y también detalla cómo este proceso lo nutrió. También enfatiza en los logros en las materias de medioambiente y derechos sociales. En esta línea, entre otras cosas, manifiesta;: “A mí me genera mucha ilusión de que se acabe este Estado subsidiario y avancemos en un Estado social democrático y de derecho; que sea haya desprivatizado el agua; se consagren los derechos de la naturaleza; el fortalecimiento de la educación pública; avanzar en un nuevo sistema de salud, de pensiones”.
¿Tiene un balance personal acerca de cómo se reguló el tema del derecho a la educación en el proyecto de Nueva Constitución?
“Yo tengo mucha esperanza de que este proceso Constituyente busque fortalecer la educación pública en los diferentes establecimientos educacionales que existen a nivel nacional. Sobre todo, en los sectores más rurales y aislados de nuestro país, donde la gente no tiene el derecho a poder elegir la educación de sus hijos, sino que estudian lo que encuentren en lo más cercano y accesible posible, y que también mantenga el financiamiento basal para poder costear esta educación. Lo otro que para mí es muy relevante es que las comunidades educativas -los apoderados y organizaciones sociales- de alguna manera puedan incidir en la materia educativa que se abordará a nivel local, además de los diferentes principios que se consagran en el modelo educativo”.
Entendiendo que la nueva Carta Fundamental optó por su sistema de provisión mixto (público-privado), ¿por qué la población podría tener confianza en que habrá un buen sistema de educación pública?
“Bueno, lo que se menciona principalmente es que es un rol del Estado el fortalecimiento de la educación pública, donde habrá un financiamiento basal, un sistema mixto, en el cual quienes sean privados y que reciban fondo del Estado no pueden optar al lucro; mencionar que en Chile gran parte de los proyectos educativos que existen, la mayoría de ellos son privados, -más del 50%-, entonces el generar un rol garantizado para el Estado -para que este de alguna manera avance en la optatividad de los establecimientos públicos-, yo creo que no estamos en tiempos de poder avanzar en aquello por el alto costo de financiamiento para el Estado o de alguna manera adquirir todos estos proyectos educativos que son privados; y además de eso, como se establece un sistema educativo, el cual va a estar por sobre lo público y lo privado, va a generar cierto equilibrio. En esa misma línea, esperamos que la comunidad esté tranquila, ya que hubo mucha inquietud al respecto sobre si se iban a eliminar o no los colegios subvencionados o particulares. Si hubiera sucedido eso, la Convención Constitucional no hubiera tenido una muy buena imagen al respecto ya que mucha gente opta por llevar a sus hijos e hijas a establecimientos privados no necesariamente a uno público”.
¿Qué mensaje dirigiría usted al movimiento social que luchó por una educación pública, gratuita, no sexista y de calidad en relación con la nueva regulación constitucional? ¿Hay alguna posibilidad para alcanzar estas metas en el nuevo orden constitucional?
“Yo creo que la gente que luchó principalmente para lograr que estos principios sean parte del actual educación pública -que estamos proponiendo en el borrador Constitucional-, entiende que sí son parte de esta propuesta, así que yo creo que hay una cierta expectativa de los movimientos sociales y organizaciones que lucharon por establecer aquello”.
¿Qué ocurre con el principio de subsidiariedad en educación en la nueva Constitución? ¿Los privados que lucran tienen garantizado en el nuevo orden constitucional el apoyo económico del Estado?
“Como dice claramente en la norma de educación, que quienes opten por el financiamiento del Estado y quieran ser parte de este sistema educativo, de ese sistema educacional a nivel nacional, no pueden optar al lucro. Entonces de alguna manera se financia a los privados, pero no pueden optar a lucrar con la educación”.
¿Qué rol cree que deben jugar las universidades estatales y los centros de formación técnica estatales en la nueva institucionalidad que propone el proyecto de nueva Constitución?
“Principalmente promover el saber, el conocimiento, y de alguna manera avanzar a la educación, en un sistema educativo que fortalezca la universidad y los centros de formación técnica que son tan necesarios para el crecimiento del país; el desarrollo de las personas, sus habilidades; avanzar a lo profesional, a lo técnico, y también hacia la nueva educación y país que queremos construir. Entonces, toma un rol importante que la universidad se mencione en un rango constitucional, señalando su deber, su rol y que también forma parte de este sistema único o nacional de educación. Así que esperamos que este rol que cumplen las universidades, en la nueva sociedad que queremos construir, sea fortalecido por el Estado, ya sea en su financiamiento, su apoyo y en el sistema de educación”.
Respecto de su labor personal y del colectivo con que usted trabajó
¿Qué norma de las aprobadas le genera más ilusión? ¿Qué votación resultó más emocionante para usted, vista ya sea como conquista de la totalidad de la sociedad chilena o de un sector del movimiento social?
“A mí me genera mucha ilusión de que se acabe este Estado subsidiario y avancemos en un Estado social democrático y de derecho; que sea haya desprivatizado el agua; se consagren los derechos de la naturaleza; el fortalecimiento de la educación pública; avanzar en un nuevo sistema de salud, de pensiones; que se hayan consagrado el derecho al deporte; las defensas de los pueblos, de la niñez, y principalmente los derechos sociales que en algún momento fueron “perdidos” en esta Constitución del 80 y así Chile pueda recuperar y garantizar estos derechos -el Estado en realidad- para avanzar en un Estado más fortalecido en la entrega de derechos sociales y no permitir que los privados lucren con ellos.
Por otra parte, para mí son muy importantes los mecanismos de democracia directa que, de alguna manera, van a facilitar a las comunidades que su opinión o sus ideas puedan ser parte de las políticas públicas y también puedan generar proyectos de ley y revocar algunas. Y lo otro relevante, que fue un trabajo que yo desarrollé -principalmente la comisión siete-, son los derechos digitales, un derecho totalmente nuevo, muy 2020, el cual establece el derecho a la conectividad digital, la educación digital, y de alguna manera el rol del Estado en el cumplimiento de este derecho a través de la infraestructura de telecomunicaciones; el derecho a la protección de datos personales, un tema muy sensible últimamente, sobre todo con las filtraciones que se han llevado a través del Servel, y también durante la pandemia con cierto registro que fue público para saber dónde estaban las personas con COVID-19, entonces eso vulnera la privacidad y el derecho a que nuestros datos personales sean protegidos. Lo otro, es el tema de los derechos culturales, el sistema de conocimiento; el derecho a la comunicación, el fortalecimiento de los medios públicos, que pueden permitir hacia una nueva sociedad que queremos construir”.
Considerando su activismo medioambiental, ¿cree que quedó algo pendiente dentro del borrador de nueva Constitución referente a esta materia?
“En temáticas medioambientales yo creo que se avanzó bastante. Es un tema sumamente importante, incluso hemos recibido hasta elogios a nivel internacional, diciendo que esta será una de las constituciones más ecológicas a nivel mundial. Y crear gran parte de los temas de los cuales nosotros propusimos como bancada ecológica, como Pueblo Constituyente, un colectivo con una mirada ecológica.
Pero respondiendo tu pregunta, nosotros hicimos una propuesta que hablaba sobre más que mitigar los efectos de la crisis climática es prevenir, lo que viene antes de los efectos, sino que de alguna manera, reducir los efectos que provocan la crisis climática, no mitigar los efectos que produce esta, y eso para mí fue un tema que no fue una ganada. Fue un tema muy discutido políticamente el cual no quedó claro en la norma de crisis climática”
¿Con qué colectivo trabajó en la Convención?
“Mencionar que nosotros trabajamos en el llamado bloque popular, que son principalmente los grupos independientes, más progresistas, NCC, la coordinadora plurinacional, escaños reservados, y a veces gente un poco descolgada de sus colectivos, gente más progresistas de alguno de esos colectivos que son parte de estos colectivos de los partidos políticos pero que de alguna manera participaron con nosotros. Donde se pudo organizar propuestas en conjunto y lograr los ⅔. Yo creo que eso era lo importante de este proceso, donde se pudiera avanzar a dos o tres bloques grandes que permitieran tener posturas en común y llegar a los acuerdos en un corto plazo y lo más consensuado posible para conseguir este elevado quórum.
¿Cómo describiría la conducta de los sectores que representan a la derecha en la Convención, contribuyeron al consenso o fueron obstaculizadores permanentes?
“Su idea de obstaculizar el proceso fue cuando ellos (la derecha) se dieron cuenta que no estaban tan sobrerrepresentado en la Convención, ya que no tenían este tercio de bloqueo -por el quórum de ⅔-. Y ellos a través de lo mediático, lo comunicacional, fueron bastante duros, sobre todo con los independientes que de alguna manera logramos reunirnos y sacar este trabajo adelante, ya que nosotros no contábamos con centros de pensamiento, con un gran respaldo de asesores, pero sí había mucha gente dispuesta de apoyar el proceso, así también muchas amistades, gente de las organizaciones sociales, profesionales, pudieron participar de este proceso y nosotros de alguna manera pudimos echar adelante “la máquina” y trabajar arduamente en las comisiones, presentar varias propuestas al proceso constituyente y yo creo que eso es fundamental”.
¿Cómo cree que será recordada la Convención Constituyente?
“Como el proceso democrático más importante que ha tenido en la historia de Chile, donde fue una composición bastante transformadora y actualizada, paritaria con independientes, con escaños reservados, con participación de un amplio sector de nuestro país; pues hay gente de las diferentes realidades, de la diferente composición que existe en nuestro país, de los territorios, localidades, pertenencia cultural. Yo creo que es un proceso que le hace muy bien a Chile para poder dar justicia a las demandas sociales históricas de nuestro país”.
Si la nueva Constitución se aprueba, ¿estima que la sociedad chilena será más igualitaria y más democrática? si su respuesta es positiva ¿qué normas de la nueva constitución cree usted que ayudarán para que así sea?
“Yo creo la igualdad es uno de los temas que más se aborda en el borrador de nueva Constitución, considero que si esta se aprueba de alguna manera generará ciertas circunstancias -sobre todo a los grupos que han sido históricamente excluidos, tanto en el debate público, políticas públicas, participación ciudadana- de igualdad, justicia, a quienes han sido abandonados por el Estado de Chile, independientemente del color político del gobierno de turno y que se sentirán parte de esta sociedad país. Se establecen estos mecanismos de participación para que la comunidad pueda opinar tanto de manera presencial como digital”.
Finalmente, ¿cuánto cambió usted después de este proceso inédito en la historia de Chile? ¿Podría identificar el surgimiento de alguna nueva convicción o de un nuevo compromiso personal suyo luego de esta experiencia histórica?
“Para mí ha sido un proceso muy enriquecedor como persona, como profesional, donde tuvimos que ponernos de acuerdo con gente que no conocíamos, que venían de diferentes realidades, mundos, política, visiones como país y lograr una amplia mayoría para sacar adelante 499 artículos y muchas votaciones para poder llegar a esta propuesta final de borrador que refleja la realidad actual de nuestro país.
Fue un proceso enriquecedor el participar en la comisión de cultura, donde se me permitió saber muchos sobre la cultura de los pueblos originarios, conocer cómo funciona la ciencia, el financiamiento de la cultura, de los conocimientos de nuestro país; abordar de manera personal lo que son los derechos digitales, lo que me permitió también conocer a gente muy valiosa de este mundo y que participa como activista tanto en tema de ciencia y de ética y de otros temas que han sido relevantes para este acuerdo social. Y bueno, luego de esto viene un proceso constitucional, donde es la ley la que le da bajada a lo que dice el texto constitucional ya que esta es una ley supra-marco o se dice que es la ley más fundamental de nuestro país que da la bajada a la legislación.
Por otra parte, yo creo que es un proceso del cual hay que seguir informando a la comunidad, seguir aumentando ese tejido social, para que la gente vuelva hablar de política con su vecino y darnos cuenta que tenemos muchas cosas en común, que podemos crear una nueva sociedad y esta Constitución da esa llave para avanzar, abrir una nueva parte de nuestro país, una nueva época de la justicia y que da las herramientas para que la gente, su opinión, pueda ser parte de la futura legislación de la política pública en los temas locales, regionales, nacionales. Así que por mi parte es un compromiso seguir informando, aumentar el tejido social y también respecto al tema medioambiental, que es relevante para esta nueva Constitución, hay mucho trabajo que hacer”.-