“La universidad es una comunidad pues comparte un proyecto común, una tarea que nos aglutina y nos conecta. Mi parecer es que el concepto estamento pertenece a la universidad decimonónica”.
AULA MAGNA conversó con la profesora y doctora en educación Elisa Araya Cortez, para conocer sus impresiones y reflexiones de sus primeros meses de gestión como la primera rectora de la UMCE
Prontamente cumplirá su primer año como rectora de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE). Inicio su mandato con una gran cobertura en la prensa escrita y la televisión ¿Qué ha pasado con su vinculación con los medios en estos 9 meses de trabajo? ¿Hay un interés real de los medios de comunicación por conocer su gestión? ¿Qué papel atribuye en este sentido a la prensa nacional en la gestión universitaria? ¿Ha tenido retroalimentación en la opinión pública después de sus entrevistas sobre su clara posición crítica respecto de la meritocracia?
Bueno en realidad faltan 3 meses para que se cumpla el primer año de gobierno universitario, ha sido una experiencia vertiginosa en el sentido que muchos procesos de arrastre como la autoevaluación con fines de acreditación se han acelerado, además del retorno a la presencialidad con todo lo que ha significado de alegría de reencontrarse, pero también de asumir el pos trauma de la pandemia que aún no termina.
Respecto al interés de los medios por conocer nuestra gestión yo diría que es bastante feble, si bien de vez en cuando publicamos alguna carta o artículo entregando nuestro punto de vista en relación a las temáticas de nuestra competencia, como lo son la educación, la formación inicial docente, la convivencia escolar, etc., no sentimos que los medios estén particularmente preocupados de lo que hemos realizado como gestión. Nos gustaría poder mostrar más a nuestra universidad en los medios, si bien aún prensa alternativa o comunitaria siguen muy interesados en lo que hacemos. En muy interesante como estudiantes de periodismo o sociología de distintas universidades se interesan por conocer nuestro trabajo y nuestra perspectiva desde el feminismo reflexivo y desde una educación para el dialogo, la justicia y la paz social.
¿En las próximas semanas se cumple también el plazo para la presentación de los nuevos estatutos de la UMCE al Ministerio de Educación, qué evaluación tiene al respecto, está conforme con los resultados del proceso?
La UMCE llevó a cabo un proceso de muchos meses, incluso años en la elaboración de nuevos estatutos a cargo de una Comisión Central triestamental, además realizó diversas instancias de discusión y propuestas con la comunidad a través de sesiones de trabajo auto convocadas como fue el caso de dos jornadas virtuales organizada el 2020 por la Coordinadora de Directores y Directoras de Departamentos, y la jornada institucional organizada por gestión central a inicios del año académico 2021, para reaccionar a la versión final del articulado, por nombrar solo algunas de las instancias más recientes de dicho trabajo.
No cabe duda que los estatutos no van a dejar conforme a todo el mundo, pero cabe subrayar la participación, reflexión y discusión interna que ese proceso de elaboración generó al interior de la UMCE, lo que fue refrendado en un plebiscito que los aprobó con amplia participación de la comunidad. Lo importante es que hemos cumplido con creces el primer requisito para su elaboración: que haya participación. Nosotros somos una comunidad que requiere de mucha conversación, intercambios y acuerdos, si bien siempre se va a querer más espacio y tiempo, creo que el camino recorrido responde bien a lo que somos como universidad.
Ahora estamos en la etapa de presentación a la Junta Directiva, y luego la presentación al Ministerio de Educación para su tramitación final.
¿Se recurrió a la “democracia digital” en este proceso? ¿ha profundizado en su gestión como rectora los mecanismos digitales, como el voto electrónico, para ampliar la participación de la comunidad universitaria?
Efectivamente nuestro plebiscito deliberativo fue a través de la Plataforma U Campus, que comenzamos a utilizar en mi gestión para renovar una serie de cargos que estaban pendientes, varios Directores de Departamento, Decanos, Representantes a la Junta Directiva.
Para nosotros es sin duda una manera muy clara de ampliar la participación de la comunidad universitaria, yo creo profundamente en la democracia digital, pienso que podemos avanzar hacia la elaboración de propuestas, planes y proyectos de desarrollo estratégico. Requerimos que la comunidad se apropie de estos mecanismos de participación que nos permita tener comunicaciones e intercambios más directos y efectivos con todas y todos los miembros de nuestra comunidad.
¿A propósito de este tema, qué voz le parece más conveniente, la voz estamento o la voz comunidad? ¿cree que tendría algún impacto positivo en la gestión universitaria dejar de concebir la universidad en términos estamentales?
Pienso que si lee con atención lo que he ido respondiendo la pregunta se responde sola, me gusta hablar de comunidad, creo que he usado el concepto triestamental un par de veces para referirme que las y los distintos miembros de la comunidad independientemente del rol o tarea que estén ejerciendo han participado o deseamos que lo hagan en distintas instancias, espacios y decisiones.
La universidad es una comunidad pues comparte un proyecto común, una tarea que nos aglutina y nos conecta. Mi parecer es que el concepto estamento pertenece a la universidad decimonónica, la universidad del siglo XXI se debe concebir a sí misma como un espacio de confluencia de personas que en distintos roles y funciones se coordinan en ese quehacer común.
Los nuevos estatutos recogen su ideario manifestado a la prensa en junio de 2021 de que la UMCE contribuya con una “educación pública, universal, igualitaria, inclusiva, no sexista, ambientalista, democrática y ciudadana” ¿en qué aspectos del nuevo estatuto se manifiestan estas dimensiones?
Los estatutos de la UMCE presentan una serie de valores que también están expresados en nuestro modelo educativo y la manera en que nos vemos a nosotros mismos. Una universidad pública del Estado, comprometida con la democracia y los DDHH, pluralista, inclusiva, con perspectiva de género, respetuosa y abierta a la innovación y al cambio.
Por su puesto se trata de declaraciones, que deben hacerse acción en cada tarea que realicemos, docencia, investigación y vinculación con nuestro entorno, pero lo importante que la UMCE ha declarado un marco de actuación que nos lleva por un camino de colaboración con el país y por sobre todo con las personas que lo habitan.
Sabemos de su admiración por la destacada profesora VIOLA SOTO, cuyo legado en educación es notable, en este sentido ¿qué papel le asigna a la perspectiva socio-crítica en educación superior? ¿se agota el proceso educativo orientado hacia la emancipación social en las cuestiones de género? ¿Qué grupos o sectores estima usted comprometidos con una agenda emancipadora?
Viola Soto Guzmán ha sido un gran aporte a la educación desde una perspectiva humanizadora, transformadora y crítica, ha sido una gran inspiración para muchos y muchas educadoras.
La educación socio-critica es una praxis: un aporte teórico y práctico que permite la toma de conciencia crítica del contexto en que vivimos, en el sentido de poner en el sujeto que aprende las preguntas y herramientas que le permitan leer mundo, entenderlo y transformarlo en espacio de dignidad y buen vivir, por eso la llamamos emancipadora, es decir liberadora de dependencias ideológicas, culturales u otras, que nos subyugan o nos ponen en el lugar de masa, y no despoja de nuestra autonomía y dignidad. Si la universidad no tiende a poner estas cuestiones centrales para la vida humana en la mente, corazones y manos de los y las estudiantes, lo único que hace es entregar títulos profesionales, para personas que serán parte del engranaje de una maquinaría que tiene al mundo al borde del colapso ecológico.
La pedagogía crítica permite reflexionar sobre nuestra suerte como especie con un lente que no disfraza de arcoíris lo que es gris. Todo tema que afecte la vida humana es de su interés, en este sentido, la interseccionalidad que reconoce que las desigualdades sistémicas se producen y reproducen, se configuran a partir de la superposición de diferentes injusticias, la de género, la etnia, la clase social, etc., apertura temas de economía, educación, justicia, salud, vivienda, medio ambiente, etc.
Sin embargo, es interesante hacer notar que, la categoría género está presente como centro de muchas de estas variables, por ejemplo, cuando decimos “mujer, indígena, campesina, pobre” podemos resumir varios de esos factores sociales y económicos que dibujan un cuadro de humillación e injusticias.
El deporte es un fenómeno de gran relevancia social y económica en el tiempo presente, sin embargo, en la vida universitaria no parece tener un papel central ¿Qué piensa al respecto como especialista en la materia? ¿Cómo piensa usted que deben abordar las universidades la incorporación del deporte a la vida universitaria? ¿Cree posible que el deporte sea un mecanismo privilegiado en la vinculación con el medio? ¿Puede esperar alguna acción concreta el país, la provincia de Santiago y sus comunas en materia de contribución de la UMCE al deporte?
El deporte es una práctica cultural muy importante en el desarrollo de la historia humana. No sólo se trata de un factor cultural, también lo es económico, social y simbólico.
A mí me gusta hablar del deporte con apellido “deporte social”, “deporte para todos”, “deporte para la participación”. Cuando las personas practican de manera regular una actividad física lo que están haciendo es cuidar y proteger el capital genético de la especie, en el sentido de estar hábiles como lo estaban nuestros antepasados cazadores a realizar las actividades que la vida requiere, pero a la vez nos permite participar con pleno vigor en tareas sociales.
La actividad física regular nos permite generar nuestros propios opiáceos endógenos que producen bienestar físico y psíquico, regula nuestro ánimo y nos permite realizar juegos y acciones con otros y otras, es por tanto un mecanismo de cohesión social, conocimiento de sí mismo y de otros.
La UMCE posee el campus Joaquín Cabezas García, 12 hectáreas de instalaciones deportivas y áreas verdes abiertas a la comunidad que a través de clubes y asociaciones o convenios participan de actividades propuestas o de sus propias iniciativas. Es ahí también que los talleres deportivos para estudiantes o las selecciones de distintos deportes practican y compiten en sus ligas.
Entendiendo el rol que nos cabe como Universidad pública, por lo que tenemos una serie de convenios con diversas instituciones muy particularmente estamos trabajando con el deporte para olímpico, ellos usan nuestras dependencias preparándose para lo que serán los Panamericanos y Para panamericanos del Santiago 2023.
Además de todo lo anterior nuestra pedagogía en Educación Física, Deportes y Recreación consagra en su perfil de egreso a un profesional que comprende la actividad física como un derecho social.
Al momento de asumir la rectoría una de sus preocupaciones centrales era el proceso de acreditación ¿Qué nos puede señalar al respecto? ¿Puede esperar el país un resultado satisfactorio que permita a la UMCE planificar sus tareas con un horizonte de más largo plazo?
Estamos trabajando muy fuertemente en superar las debilidades del anterior proceso de acreditación. Sin embargo, quiero ser enfática en señalar que la UMCE tiene muchas dificultades sobre todo económicas, como todas las universidades estatales, producto del abandono de parte del Estado, no obstante ello, para nada creemos ser merecedoras de los 3 años de acreditación que se nos otorgó la vez anterior.
Hay una inconsistencia enorme en este proceso este año hemos acreditado carreras por 5 y 7 años, y nuestro promedio sigue siendo por 5 años, y se trata de la misma institución. Nosotros hacemos muy bien lo que hacemos, que es fundamentalmente formar profesores y profesoras para la educación chilena.
Respecto del futuro de largo plazo, nuestro proyecto estratégico institucional, presenta dos momentos, el primero relacionado con la acreditación que otorga condiciones basales, y luego de la acreditación, que esperamos nos haga justicia, la etapa de desarrollo institucional.
¿Han ha habido un conjunto de reclamos por el cierre del jardín infantil Relmutrayen, qué puede decirnos al respecto? ¿Entendemos que fue una decisión adoptada el año 2019 por el antiguo rector, por qué cree que la identifican a usted como responsable del cierre?
El jardín Ralmutrayen, representa una parte de la historia reciente de la Universidad, y creo que cumplió un rol que nadie puede negar. Sin embargo, se arrastraban varias deficiencias en infraestructura y en condiciones de salubridad que lo hacían un lugar poco seguro para los niños y niñas, pero también para las adultas que trabajan ahí. Creo que, lo que confunde a la gente es que, siempre se habló de un proyecto de mejora de ese espacio, pero aparte de un plano con los arreglos que habría que haber realizado, no existía tal proyecto, no hay ningún documento escrito o un borrador solo es ese plano, que dicho sea de paso representaba una mínima parte de lo que había que hacer.
Habida cuenta de esta situación y de las grandes necesidades de Universidad, me correspondía ejecutar esa decisión que no fue popular en varios estudiantes, pero que finalmente y con información fidedigna en las manos fue comprendida por la gran mayoría de la comunidad.
¿El cierre del jardín infantil Relmutrayen implica que la comunidad UMCE se queda sin posibilidad de acceder al jardín, perdiendo lo que se había alcanzado, o sólo afecta a algunas vecinas y vecinos? ¿La JUNJI tiene alguna responsabilidad en este tema?
No, lo dijo enfáticamente, nada de eso. Nosotros tenemos un hermoso jardín JUNJI emplazado en el Campus Joaquín Cabezas con 2.500 metros cuadrados y 800 metros de construcción de altos estándares de calidad. Antes teníamos un cupo de 30 niños y niñas hoy es un jardín de verdad comunitario con 90 cupos, donde las estudiantes que lo deseen pueden matricular a sus hijos e hijas, de hecho, la UMCE ha implementado con una técnica que antes atendía a los niños en el Ralmutrayen, una extensión horaria de modo que los niños y niñas de nuestros estudiantes pueden llegar a partir de las 07:30 horas, y luego en la tarde pueden recogerlos a las 19:00 horas, eso ha facilitado mucho los estudios de los padres y madres estudiantes
¿Cómo ve la elección de la Universidad de Chile? ¿cree que la elección de una rectora en la universidad de Chile puede implicar un antes y un después en la educación superior chilena, o, por el contrario, dado que hay ya tres rectoras, será un fenómeno relevante pero no decisivo en la historia de la educación superior nacional?
Es un momento muy interesante, yo suelo bromear diciendo que dejará de ser el sillón de Bello y pasará a ser el sillón de la Bella. Creo, hablando en serio, que sería fantástico que una mujer estuviera a la cabeza de la primera y más importante Universidad del país, es tan importante como tener una primera ministra de interior o si tuviéramos una ministra de hacienda, pero eso será más adelante quizás…
La presencia de mujeres en cargos de elección y de gran responsabilidad, lo que hace es abrir el campo de lo posible a las otras mujeres, que la otra mitad de la humanidad sienta, piensa y vea concretamente que no existen espacios que les están vedados. Y eso es bueno para todos y todas.
La mayoría de las mujeres ejercemos el liderazgo de manera distinta a como lo hacen los hombres, nos interesamos en otros temas y me parece que, en general, trabajamos más en equipo, eso por supuesto también tiene que ver con cuán conscientes seamos del rol de las perspectivas de género y de la mirada de la interseccionalidad de la que ya hemos hablado.
¿Tiene planes de realizar acciones conjuntas con la Universidad de Chile considerando el sistema de universidades estatales? ¿Es muy improbable pensar que ambas instituciones impartan programas conjuntamente o incluso que gestionen una misma Facultad de Educación? ¿promovería usted se inicien conversaciones al interior de las comunidades UMCE – U DE Chile para evaluar realizar acciones como estas?
El futuro está abierto. Creo que una vez que asuma la nueva rectora – jejeje-, tendremos muchas posibilidades de co-pensar sobre educación pública, como de hecho, lo estamos haciendo al interior del CUECH, por ello es que presentamos una iniciativa de norma que finalmente fue votada por la ciudadanía y esperamos inspire fuertemente el articulado final que consagrará la educación como derecho en la nueva constitución.
Para finalizar ¿Cómo está su relación con las dos rectoras de las ues estatales? ¿han planificado realizar acciones conjuntas en el marco del sistema de universidades estatales?
Estamos tejiendo una linda amistad en el trabajo. Hay mucha sororidad y compañerismo. Tenemos un WhatsApp donde además de saludarnos y preguntarnos cómo estamos, compartimos opiniones, organizamos acciones y discutimos temas.
Por ejemplo, fuimos juntas a saludar a Elisa Loncon cuando estaba a la cabeza de la Convención Constituyente, para expresarle nuestra solidaridad y la importancia de su rol para las mujeres de Chile y en especial las mujeres indígenas.
También hemos trabajado compartiendo experiencias muy particularmente cómo hemos organizado las direcciones u oficinas de género en nuestras respectivas universidades, en este punto nos hemos reunido con nuestros equipos, escuchado y aprendido unos de otros.
Por supuesto que hemos ido agregando temas a la agenda de trabajo conjunta y esperamos que se vayan sumando más rectoras para aumentar nuestro peso específico tanto en el CUECH como en el CRUCH.