La nueva Constitución establece por primera vez en la historia constitucional chilena normas protectoras sobre el mundo rural, el trabajo campesino, la actividad agrícola, la familia y las tradiciones campesinas vinculadas a la producción. Se trata de un manto de protección, promoción y cuidado que permite caracterizar al proyecto de nueva Constitución como una Constitución campesina: regular constitucionalmente al mundo campesino para protegerlo, es una señal de que vivimos nuevos tiempos.
El Estado subsidiario no sólo ha operado abriendo espacios al empresariado nacional e internacional en áreas tradicionalmente caracterizadas como servicios públicos, sino, y esto es lo políticamente más relevante en la actual coyuntura constituyente, como el mecanismo por antonomasia para acceder a la riqueza estatal.
El 4 de septiembre de 2022 el pueblo de Chile decidirá el camino que quiere recorrer en las próximas décadas. Una nota distintiva del nuevo escenario institucional es el reconocimiento y fomento de la participación, aspecto de gran importancia en los distintos niveles educativos.
La Constitución de 1925 estableció por primera vez en la historia del constitucionalismo chileno, luego de la reforma de la ley 17.398 de enero de 1971, normativa en favor del profesorado, más concretamente, reguló una libertad esencial para los profesores y las profesoras de universidad: “El personal académico es libre para desarrollar las materias conforme a sus ideas, dentro del deber de ofrecer a sus alumnos la información necesaria sobre las doctrinas y principios diversos y discrepantes”. Se consagraba la libertad de cátedra según como se comprendía en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, que nuestro país suscribió en septiembre de 1971 y ratificó en febrero de 1972. La dictadura suprimió esta libertad tanto en las Actas Constitucionales de 1976 como en el Decreto Ley 3464 (la llamada Constitución de 1980).
La Convención Constitucional realizó el martes 28 de junio su última sesión en la tarea de redactar una propuesta de Nueva Constitución para Chile. Dando cumplimiento al mandato del pueblo soberano, entregará el 4 de julio un texto que deberemos aprobar o rechazar el 4 de septiembre.
En noviembre de 2018, por iniciativa parlamentaria transversal, se inició la tramitación de la ley 21.454 recientemente publicada en el Diario Oficial (14 de junio de 2022), que establece el 22 de mayo de cada año como “el Día Nacional de la Memoria y Educación sobre Desastres Socio-Naturales”. La iniciativa se tramitó en la Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones.