En su discurso, el ministro explicó que la crisis educacional provocada por la pandemia, “que tuvo profundas consecuencias en niños, niñas y adolescentes, nos enseña que es necesario avanzar hacia un modelo de aprendizaje integral y basado en la confianza, que deje atrás la desarticulación interna y el sistema de evaluación centrado en una lógica de sanciones”.
Respecto a esto último, destacó que “no estamos en contra de las evaluaciones, nunca lo hemos estado. Las encontramos tremendamente significativas, pero estas no pueden ser utilizadas para rankings, para procesos de estandarización, estrechamiento curricular y, lo que es peor, para cerrar escuelas”.
“Tenemos que avanzar decididamente hacia el cambio de paradigma educativo; es decir, visualizar cambios para la transformación del sistema educativo con un enfoque pedagógico basado en la inclusión, la colaboración y la participación, que reconozca a niñas, niños, jóvenes y adultos como sujetos de derecho, desde una perspectiva de género e intercultural”, dijo.
Para avanzar en este cambio, añadió el ministro Ávila, hay tres acciones clave: instalar la noción de justicia educativa, incorporar la visión de educación integral, y orientar el sistema educativo hacia los desafíos del siglo XXI.
“Es fundamental que entendamos, como sociedad, que la labor de la educación no es solo dotar de conocimientos a las y los estudiantes, sino que también de entregar cariño, cuidados y bienestar a las y los ciudadanos más jóvenes de nuestra sociedad”, planteó el ministro Ávila.
Las acciones de los primeros tres meses de gestión
El ministro dio cuenta de algunas de las acciones que ha tomado el Mineduc en estos tres meses en el mundo escolar, como la Política de Reactivación Educativa Integral “Seamos Comunidad”, las Jornadas hacia una Educación no Sexista, la flexibilización de la Jornada Escolar Completa, la entrega de recursos para el regreso a clases presenciales, la mejora en el servicio de alimentación de la Junaeb y la solicitud de suspensión del Simce.
En educación parvularia, se está aplicando un plan para mejorar la asistencia en salas cuna, jardines infantiles y niveles de transición en escuelas, se está optimizando el plan para la certificación oficial de jardines infantiles y se está regularizando el pago de bonos adeudados a profesionales de la educación.
En educación superior, por otra parte, se está realizando el diseño técnico, junto al Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos, del proyecto de ley que avanzará en la condonación justa, progresiva y gradual de las deudas estudiantiles. Además, se está fortaleciendo la red de Centros de Formación Técnica Estatales y fue creada una mesa de trabajo con la Confech.
Una educación para el siglo XXI
El ministro Ávila también detalló las políticas que impulsará en estos cuatro años. “Tenemos un programa de medidas de largo plazo que profundizan el rumbo que se ha comenzado a tomar y que entendemos que nos acercarán a un cambio profundo del paradigma educacional”, explicó.
Estas medidas son:
- Política de Reactivación Educativa Integral “Seamos Comunidad”: Es la respuesta integral a las necesidades educativas y de bienestar socioemocional que surgieron en las comunidades escolares durante la pandemia.
- Fortalecimiento y expansión de la Nueva Educación Pública: Presentaremos un proyecto de ley, durante este año, para modificar aspectos claves establecidos en la ley N° 21.040 que crea el Sistema de Educación Pública, abordando el calendario de traspaso de establecimientos desde los municipios a los SLEP y mejorando su financiamiento.
- Política Nacional de Educación Sexual Integral: Presentaremos un proyecto de ley de Educación Sexual Integral para reconocer la diversidad, cuestionar los estereotipos de género y comprender derechos sexuales y reproductivos de las personas.
- Nuevo Sistema de Acompañamiento para la Mejora del Aprendizaje y el Desarrollo Integral: Desmontaremos las consecuencias negativas asociadas al Simce y reemplazaremos esta medición por un sistema que entregue orientación formativa a los establecimientos.
- Fortalecimiento y Desarrollo de la Profesión Docente: Nos preocuparemos de resolver el déficit de docentes que sufre el país, fortaleciendo los programas de Pedagogía. Además, pondremos fin a la doble Evaluación Docente, impulsaremos la creación de una Carrera Directiva y repararemos la deuda histórica del profesorado.
- Nuevo Trato en la Educación Superior: Consideramos prioritario fortalecer la educación superior pública, robusteciendo a las universidades estatales y apoyando la consolidación de los Centros de Formación Técnica Estatales. También avanzaremos en la condonación de las deudas estudiantiles, crearemos un nuevo sistema de financiamiento transitorio y ajustaremos la política de gratuidad.
- Fortalecimiento de la Educación Inicial: Hemos establecido 11 medidas para mejorar la labor de la educación parvularia, entre ellas, la equiparación del financiamiento en los establecimientos públicos, la mejora de la gestión curricular, el resguardo de la calidad y la promoción de la certificación oficial de los establecimientos.
El Sistema de Educación Pública
La Dirección de Educación Pública (DEP), el servicio público especializado a cargo del traspaso de establecimientos desde las municipalidades a los Servicios Locales de Educación Pública, también se hizo parte de esta rendición, a través de su directora, Alejandra Grebe, quien dio cuenta del que es su último año a cargo del organismo.
“La ley que crea el nuevo Sistema de Educación Pública es una de las reformas más estructurales y profundas que ha tenido no solo nuestro modelo educacional, sino que el Estado en general, en los últimos 40 años”, planteó la directora.
También detalló algunas de las dificultades que han encontrado, como los procesos de traspaso desde las municipalidades hacia los SLEP. “Pese a las dificultades observadas en este período de implementación y funcionamiento hemos identificado experiencias inspiradoras y oportunidades de mejora que permitirán ir fortaleciendo nuestra educación pública”, puntualizó Grebe.