Han sido intensos meses de trabajo para los miembros del equipo del Centro de Producción de Vacunas y Biofarmacéuticos del Parque Carén, liderados por el director de Innovación, Carlos Saffie, quienes hoy pueden presentar con orgullo la imagen que condensa todas las jornadas de planificación y cálculos: la maqueta digital que muestra la fachada de lo que será la planta que le devolverá a Chile la capacidad de producir vacunas en el país.
Se trata de un primer vistazo de cómo lucirá el centro cuando esté construido y en funcionamiento, hito que se proyecta para 2024. En este momento, los avances incluyen el layout de la planta, el dimensionamiento, el diseño de las líneas de producción y de su tamaño, la capacidad de los equipos y la identificación del equipamiento y los proveedores que serán necesarios, los cuales provendrán desde EE.UU. y Alemania.
Los planes avanzan con máxima celeridad y esta semana, de hecho, iniciará el trabajo conjunto entre el Instituto de Salud Pública, el Ministerio de Salud y la Universidad de Chile para revisar los planos y normativas asociadas al diseño, con el fin de hacer cumplir los requerimientos de producción de biofármacos nacionales e internacionales.
También la institución trabaja en definir los instrumentos mediante los cuales se concretará la participación de la Unión Europea (UE) y el Estado en el proyecto. En ese sentido, la semana pasada tuvo lugar una reunión con una comisión técnica de la UE y con el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Flavio Salazar, quienes llegaron hasta la Casa Central para reunirse con el Rector, Ennio Vivaldi, el miércoles 4 de mayo. “Se demostró un interés muy evidente de la UE en este proyecto, y la presencia del ministro de Ciencias desde luego daba un aval importantísimo respecto al interés que el Estado chileno y su Gobierno tienen en un proyecto tan importante como este”, dijo el Rector luego del encuentro.
Por su parte, Carlos Saffie destacó que la cita “fue un muy buen avance para establecer materias de cooperación científica y ver estrategias de asociatividad para capitalizar el proyecto”, el cual, agregó, "tiene una misión regional para Latinoamérica y además tiene cooperación científica con empresas de la UE, por lo tanto calza perfecto dentro de los proyectos que apoyan los organismos asociados a Europa. Estamos trabajando en establecer los instrumentos correctos para que esto sea una realidad lo más pronto posible”.
Así lo confirmó el jefe de la Unidad de Coordinación del Desarrollo en América Latina y el Caribe de la Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo de la UE, Jorge de la Caballería. "El tema de las vacunas, que es el que nos ha traído hoy aquí, a nadie se le escapa que es fundamental. Son cuestiones que afectan a Chile pero que trascienden las fronteras”, dijo.
“De algún modo, la soberanía que todos tenemos para defendernos de una pandemia pasa por compartirla con otros países. Por la dimensión del reto, por el hecho de que la propia industria del sector privado para producirlo necesita una escala, y por muchísimos otros factores es tenemos que cooperar entre nosotros. De esa necesidad, yo veo que saldrá una alianza. Nosotros creemos que podemos apoyar a Chile y tenemos que seguir un procedimiento para ver en qué podemos apoyar concretamente", agregó de la Caballería.
Por su parte, el ministro Salazar aseguró que se trata de “un proyecto emblemático y que requiere la cooperación internacional”. “Estamos viendo los mecanismos mediante los cuales podamos asociarnos para generar un proyecto que tenga impacto nacional y que, de alguna manera, también resuelva una potencial amenaza a nivel latinoamericano. Hemos hablado de la necesidad de integración de otros países, pero también de las posibilidades de apoyo que podamos tener desde la UE a través de subvenciones y préstamos, y creo que es una gran noticia para el avance de este proyecto”, expresó.
En la reunión también participaron autoridades universitarias como el Prorrector, Alejandro Jofré; el vicerrector de Investigación y Desarrollo, Enrique Aliste, y académicos ligados al proyecto como la profesora Pilar Barba, arquitecta, y el profesor Leonardo Sáenz, director del Laboratorio de Vacunas Veterinarias de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias.
El proyecto –una planta multipropósito con capacidad para producir 100 millones de dosis anuales de hasta cinco productos biofarmacéuticos distintos– se propone insertar a Chile dentro de las cadenas globales de producción de compuestos biológicos, estableciendo capacidades de manufactura GMPc de vacunas y otros productos derivados de I+D nacional e internacional para abordar desafíos de salud pública y desarrollo tecnológico. Gracias a él, Chile se podrá posicionar como un actor relevante en biomedicina, promoviendo la transferencia tecnológica bidireccional, capitalizando sus recursos humanos, redes internacionales y excelencia científica.
El diseño y construcción de la planta se encuentra siendo coordinado por la Universidad de Chile; el diseño de las salas y el equipamiento tecnológico está a cargo de Cytiva (Filial de General Electric), la construcción estará a cargo de Nordika –compañía especializada en ingeniería biofarmacéutica– y la coordinación global del proyecto se hará entre Rosiglioni Impianti y la Universidad de Chile.
El primer socio-cliente será la empresa italiana ReiThera, una compañía público-privada italiana -de la cual 33% de la propiedad corresponde al Estado- que posee una tecnología de plataforma adenoviral. Su vacuna para el COVID-19 ha obtenido excelentes resultados preclínicos y clínicos en Fase I y II, donde provocó respuesta inmune en el 93% de los voluntarios tras su primera dosis y en el 99% después de la segunda. El estudio en Fase III ya fue aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).