Las palabras pertenecen al rector de la Universidad de Playa Ancha, Patricio Sanhueza, refiriéndose a Álvaro Maglia Canzani, con quien se reunió la semana pasada en la UPLA, un día después de homenajearlo en Santiago junto a los otros rectores chilenos de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM).
Maglia es doctor en Odontología; fue académico, decano y vicerrector en la Universidad de la República (Uruguay). Pero su nombre evoca inmediatamente su relación con la AUGM, de la cual fue secretario ejecutivo durante doce años, desde 2009 hasta el 31 de diciembre pasado. Decidió marginarse voluntariamente, ante la convicción de que es bueno rotar personas en todos los cargos o funciones: “Me fui de AUGM, pero físicamente, no de corazón o de alma. Mi corazón y mi alma quedaron ahí… Fíjese que cinco meses después los rectores me están reconociendo, por lo que no puedo dejar de sentirme parte de AUGM y creo que muchos todavía me sienten parte de la Asociación”.
- Se refiere al homenaje que le realizaron los rectores chilenos de AUGM. ¿Cómo vivió ese momento?
Con mucha alegría, porque nos reencontramos con muchos referentes chilenos de la Asociación: sus rectores, representantes de sus rectores, delegados asesores. También integrantes de comités, de núcleos, de las oficinas de relaciones internacionales… En fin, había algo muy fuerte en ese reconocimiento o distinción, que se trasunta inclusive en la placa que me entregaron y que es el trabajo vinculado a la integración regional de la educación superior, donde yo he puesto mucho corazón y alma. Si uno va al estatuto de la AUGM, el artículo primero dice que la finalidad es la construcción de un espacio académico común ampliado, formado por sus universidades miembro.
-Esta red de universidades estatales sudamericanas celebró recientemente sus 30 años. ¿Cómo vio la evolución de esta integración en ese tiempo?
A partir de esa idea de integración, y a partir de la fuerza que fue tomando en AUGM, la Asociación también se transformó en un referente político a nivel de la subregión, aunque bien apartada de la estructura gubernamental. Nosotros somos la universidad, no somos el gobierno. También tomó dimensión más allá de la subregión, hacia Latinoamérica, el Caribe y el mundo. La AUGM es un actor a nivel mundial; lo fue y será siempre, seguramente. Lo que nos lleva a la cuestión del segundo aspecto que fue reconocido por los rectores de las universidades chilenas, que es la defensa de la universidad pública, estatal. La idea de la educación superior como un bien público, social, es una idea construida a nivel de la Unesco en sendas conferencias de educación mundial. En particular, en ese bien público destaca el papel estratégico de la universidad pública estatal como parte del Estado, como parte de la estructura de desarrollo nacional en todos los planos. No solo en el económico -que es muy importante- sino en el humano, en el social, en fin… Eso yo lo valoro muy fuertemente, porque sin duda alguna tengo una identificación y un compromiso con la universidad pública estatal.
-¿Lo entienden así también los distintos gobiernos de nuestra región?
Es un tema de nacionalidades y de momentos de cada país. El rol de nuestras universidades es valorado dependiendo de quien esté al frente del país. Y quiero destacar, independientemente del color político, qué importante fue que el otro día el presidente Boric hablara en su cuenta pública de las universidades públicas estatales y les diera un papel trascendente en el futuro de Chile. Ojalá esta expresión luego se torne realidad en términos concretos, pero qué importante que un presidente lo diga y que ponga a las universidades públicas en el centro de los procesos de construcción del Estado y de la sociedad chilena. Es una declaración que creo que tenemos que abrazar con toda la fuerza y desde AUGM… Yo, como ex AUGM, ya que no me corresponde hablar en su nombre, pero ojalá AUGM abrace muy fuertemente y acompañe este proceso de las universidades chilenas en este período de Chile.
-A propósito de Chile… ¿Cómo ve el futuro de las universidades estatales en nuestro país?
Lo digo en pocas palabras: tienen un futuro brillante. Tienen un futuro brillante por muchos motivos. Primero, porque piensan la calidad con una lógica de pertinencia. La calidad no es un valor abstracto. Por lo menos en las cuatro universidades de AUGM que yo conozco [además de la UPLA, las universidades de Chile, de Santiago y de Valparaíso] piensan con pertinencia en la realidad social de sus respectivos territorios, de su país y de la región. Además, porque tienen excelencias en investigación, porque tienen excelencia en la función de enseñanza, porque tienen excelencia en la función de extensión, en la vinculación con el medio. Esas cosas son las que hacen pensar que efectivamente las universidades chilenas tienen un futuro brillante. Porque tienen lo necesario para poder servir al país y a su gente. Ojalá logren tener más recursos y más sistemáticos, y no dependan de la matrícula, que puede ser un factor más, pero no puede ser el factor que sostenga el funcionamiento de una universidad.
-El aspecto financiero de la educación superior es justamente un tema sensible en Chile…
El presidente Boric también dijo en su cuenta pública: “No se puede pagar por estudiar”. Eso es así. Naturalmente, puede existir el sector privado, pero el sector público tiene que ofrecer para toda la población de Chile la educación gratuita. Para toda la sociedad de Chile. Hoy la inclusión supone enseñanza, educación superior, para todos y todas a lo largo de toda la vida. Creo que esas son las cosas que tenemos que seguir construyendo y que las universidades de Chile tienen todas las potencialidades para construirlas, sobre todo cuando estén mejor dotadas de los recursos financieros que necesitan para llevar adelante todos sus proyectos.
-¿Y qué viene ahora para usted, en lo personal?
Junto con otras personas, estoy escribiendo un libro al que hemos llamado “Aportes para la construcción de una historia de la AUGM”, que tiene que ver en parte con la experiencia de estos doce años pero va mucho más allá. Además, me incorporé -o, mejor dicho, con mucho gusto acepté incorporarme- en el Consejo Académico del Espacio Latinoamericano y Caribeño de la Educación Superior (ENLACES), que es una construcción donde AUGM jugó un papel muy, muy importante. Es un cargo a perpetuidad, pero, como creo que la gente tiene que estar un tiempito y luego dar lugar a recambios, estaré por allí dos, tres o cuatro años, ayudando en el inicio de construir la lógica académica del espacio. Y algo muy reciente: vamos a hacer un estudio sobre internacionalización para un proyecto del Sistema de Universidades Estatales de Chile. Nos han elegido para hacerlo y estamos trabajando justamente con Cecilia [Arriagada, directora general de Relaciones Internacionales de la UPLA] y otras personas que conocemos de AUGM.
-No abandona el trabajo en favor de la educación superior…
También voy a volver más a mi familia, a la que durante esos doce años fue difícil atender. Tengo una nieta chiquita y soy casi su niñero. Ya no me quiero ir de mi casa, quiero moverme lo menos posible. Me encanta estar en mi casa.